Paulo Freire

PAULO FREIRE



Paulo Reglus Neves Freire, conocido sólo como Paulo Freire, nació el 19 de septiembre de 1921, en Pernambuco, Brasil

Paulo Freire. Fue el pedagogo de los oprimidos y en su trabajo transmitió la pedagogía de la esperanza. Influyó en las nuevas ideas liberadoras en América Latina y en la teología de la liberación, en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es referente constante en la política liberadora y en la educación. Fue emigrante y exilado por razones políticas por causa de las dictaduras. Por mucho tiempo, su domicilio fue el Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, Suiza. Es considerado uno de los mayores y más significativos pedagogos del siglo XX

Estudios


Estudió filosofía en la Universidad de Pernambuco e inició su labor como profesor en la Universidad de Recife, como profesor de historia y filosofía de la educación. Concibió su pensamiento pedagógico, que es a la vez un pensamiento político. Promovió una educación humanista, que buscase la integración del individuo en su realidad nacional. Fue la suya una pedagogía del oprimido, ligada a postulados de ruptura y de transformación total de la sociedad, que encontró la oposición de ciertos sectores sociales. Definió la educación como un proceso destinado no a la domesticación sino a la liberación del individuo, a través del desarrollo de su conciencia crítica.

El diálogo como método de conocimiento

La concepción dialógica que nos muestra Freire (1970) constituye la esencia del entendimiento entre culturas puesto que parte del enriquecimiento que supone la diversidad cultural al tiempo que desdeña el que una cultura se imponga a las demás. Para Freire (1970, 1993) la verdadera educación es diálogo. Al mismo tiempo se opone a toda arrogancia y a la separación tajante entre los participantes en un proceso educativo.
 
Freire (1993) formula una propuesta educativa basada en el diálogo resaltando la importancia de que se desarrolle con unas condiciones tales como: rigor, coherencia, humildad y desde una perspectiva democrática. Además, tales condiciones son imprescindibles para que se produzca el encuentro entre educador y educando. Desde esta perspectiva, ambos –educador y educando–, a partir del proceso de comunicación dialógica, pueden construir conocimiento.


"Ni la educación es una fuerza imbatible al servicio de la transformación de la sociedad, porque yo así lo quiera, ni tampoco la perpetuación del statu quo porque el dominante así lo decrete. El educador y la educadora críticos no pueden pensar que, a partir del curso que coordinan o del seminario que dirigen, pueden transformar al país. Pero pueden demostrar que es posible cambiar. Y esto refuerza en él o en ella la importancia de su tarea político-pedagógica."


 OPRIMIDO VS OPRESOR

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